Apologetica.org,
una web mantenida por miembros de una secta católica integrista,
fanática... y clausurada por la propia Iglesia católica
Basta entrar en el sitio web de apologetica.org, para que, desde
su misma página de presentación,
quede perfectamente claro que es un "Sitio
a cargo de religiosos del Instituto del Verbo Encarnado".
Y ¿quienes son el Instituto del Verbo Encarnado? pues, ni
más ni menos que una secta católica extremista cuyos
centros en Argentina, su cuna y base mundial, han sido clausurados
por la propia Iglesia católica.
El gran nivel
"intelectual" y "académico" del que tanto
presumen los adeptos del Instituto del Verbo Encarnado/apologetica.org
puede entreverse en la cretinez supina que uno de sus destacados
miembros, el sacerdote Juan Carlos Sack, le escribe en un e-mail
a Daniel Sapia: "..Sabrás también que Pepe Rodriguez,
de donde originariamente viene la Taxa, es enemigo de Dios, de Jesucristo,
de la Biblia, de la Iglesia, de la Fe y de toda sana doctrina. Un
hijo de la desobediencia, entre los cuales un tiempo caminábamos
todos nosotros. Hay que pedir a Dios por su conversión.".
¡¡¡¿?!!!
Un trabajo periodístico
de Hernán Brienza y Sergio Góngora, publicado en la
revista argentina “3 Puntos”, permite comprender muy bien las razones
de la demagogia, fanatismo, ultraconservadurismo y virulencia que
caracteriza las acciones del Instituto del Verbo Encarnado y, claro
está, del sitio web apologetica.org administrado por algunos
de sus miembros destacados y radicado también en Argentina.
Las informaciones críticas sobre el Instituto del Verbo Encarnado
publicadas en la prensa argentina son decenas y muchas de ellas
son accesibles mediante un buen buscador de Internet.
A
LA DERECHA DEL OPUS
INVESTIGACIÓN
EXCLUSIVA: EL VERBO ENCARNADO POR DENTRO.
Por primera
vez hablan los miembros de la congregación más fanática
y politizada de la Iglesia Argentina. Un extraño grupo que
reúne a Seineldín, ex guerrilleros, fundadores de
Tacuara y Guardia de Hierro. Los castigos corporales y su cruzada
con el “Socialismo, la televisión y el deseo inmoderado de
placeres”. ¿Por qué los expulsan del país?.
¿Por qué los recibe el Vaticano?.
LA
EXPULSION DE VERBO ENCARNADO. NUEVA GUERRA DE LA ORTODOXIA CLERICAL
LA MANO DERECHA DE DIOS
La congregación más fanática y politizada de
la Iglesia argentina, da la cara por primera vez y revela su rígido
ideario doctrinario. Miembros de éste grupo, - con que simpatizan
ex fundadores de Tacuara y Guardia de Hierro, ex guerrilleros y
militares carapintada -, explican por qué los persiguen y
los expulsan del país.
Los acordes
del órgano que quiebran la tranquilidad de la mañana
sanrafaelina, en Mendoza, mientras un prolijo coro repite insistentemente
el estribillo de lo que semeja un canto gregoriano: “Benedictum
Verbum Incarnatum”.
El sacerdote
abre los brazos y repite una frase incomprensible. Su voz, potente
y seca, remite a la oscuridad de las grandes abadías medievales
de piedra. El latín, la lengua muerta, deshechada por el
Concilio Vaticano II en la década del setenta para la liturgia
católica, renace de su garganta.
En la nave principal, un grupo de 30 jóvenes vestidos de
impecables sotanas blancas responde en el mismo idioma.
Hasta que el
amén final clausura la misa y el extraño viaje a un
pasado remoto. Los religiosos, entonces, salen ordenadamente de
la moderna parroquia de ladrillos a la vista de la calle El Chañaral
y se abrazan y besan efusivamente: celebran el Día del religioso,
paradójicamente el día después de la clausura
del Seminario del Instituto del Verbo Encarnado, al cual ellos pertenecen,
por disposición directa del Vaticano.
¿Ustedes
son periodistas?, ¿Por qué no me sacan unas fotos?-
dice, campechano, Miguel Sacco, el sacerdote mas viejo del grupo,
y se ríe buscando un cómplice. Camina sobre el césped
prolijo y habla con un acento porteño inconfundible. “Soy
de Floresta, hincha de San Lorenzo y de All Boys, y fanático
de Horacio Salgán..”. Esa es su terjeta de presentación,
con la que invita a cruzar un jardín de olivos para llegar
a la modesta habitación donde vive. En la biblioteca pueden
leerse títulos tan variados como La Historia de Cristo, de
Giovanni Papini, El naufragio del progresismo y un ejemplar del
Concilio Vaticano II. Y mientras se saca la sotana comienza a hablar
con su voz cascada: “Acá en el Instituto hay gente de todo
tipo, rubiecitos con guita y gente de la mas baja estofa. Nos acusan
de estar en contra del Papa pero para nosotros es un ídolo.
No hay nada raro, nos ponemos la camiseta del cristianismo y defendemos
la teología que se desprende del Magisterio de la Iglesia.
No nos gustan las teologías modernas, ni las cosas contestatarias
como la “Teología de la Liberación”.
Sacco hace silencio.
Relata su vida: que era empleado bancario, que se casó de
joven con una piba de barrio, que tuvieron varios hijos y que decidió
ordenarse después de la muerte de su esposa. Hoy tiene 66
años, cinco nietos y un fervor religioso a prueba de balas.
“No soy del
verbo encarnado. Pero estoy viviendo acá y estoy muy contento.
Esto es muy popular porque vienen mas de cien personas por misa
y eso es porque le damos bola a la gente. Pero no nos gustan las
categorías tradicionales. ¿Qué se opone al
progresismo?, ¿el conservadurismo?, NO. Lo que se le opone
es la misión y nosotros somos misioneros. Siempre hubo gente
en la Iglesia que se quiso escapar por la tangente. El progresismo
es eso: la tangente, no es la Iglesia. Y yo quiero esto: un sacerdocio
despolitizado. La Teología de la Liberación fue un
verso total, nuestra opción por los pobres es verdadera porque
es espiritual.”
Ustedes defienden
a la Iglesia pero es justamenete ella quien les clausuró
el seminario. ¿Cómo se entiende?.
(El arzobispo
de San Juan, monseñor Alfonso), Delgado nos está jodiendo,
es verdad. No nos gusta que nos cierren las casas, pero bueno, de
última es el comisario pontificio. Vamos a respetar la decisión
pero también vamos a pelearla dentro de la Iglesia.
HERMANOS EN
ARMAS
El obispo surgido
de la prelatura personal del Opus Dei, Alfonso Delgado, es un engranaje
más en el conflicto. O no. Eso aún no está
claro. Lo cierto es que ya es el tercer comisario pontificio desde
que estalló el conflicto con el Episcopado a principio de
la década del noventa, pero el primero con amplios poderes
para decidir sobre el futuro de la Asociación Pública
de Fieles Instituto del Verbo Encarnado. Y no dudó a la hora
de ejercerlos: con tres decretos firmados en Roma, el 5 de diciembre
pasado ordenó el cierre de las tres casas de la congregación
en San Rafael: el seminario mayor “María, Madre del verbo
Encarnado”, el seminario menor “San Juan Evangelista” y el noviciado
masculino “Marcelo Morcella”.
“Estas determinaciones
han sido tomadas en consonancia con el Papa Juan Pablo II. Aunque
son disposiciones duras y difíciles, han sido dispuestas
para el bien del Instituto del Verbo Encarnado, para ayudarlo a
resolver los problemas de comunión eclesial y de obediencia
que no son de ahora, pues
vienen desde sus orígenes”, explicó Delgado en las
únicas declaraciones que hizo desde que estalló el
conflicto. Las palabras fueron claras y terminantes, y respondieron
a uno de los preceptos mas antiguos de la Iglesia Católica:
"Todo se perdona intramuros, todo, menos la desobediencia a
las jerarquías”.
Ahora bien,
lo que todos se preguntan dentro y fuera de los muros católicos
es por qué justamente el Opus, un grupo ortodoxo como pocos,
es el encargado de sancionar al Instituto del Verbo Encarnado, Mientras
los opusdeístas sostienen que ellos no tienen nada que ver
y no se trata de una cuestión de
ortodoxias sino de lealtad y obediencia a la Iglesia, los sanrafaelinos
aseguran que Delgado aceptó el cargo para diferenciar a la
Obra del Instituto. Pero las preguntas son mas que las respuestas:
¿se trata de un simple conflicto entre ortodoxias?, ¿Delgado
actúa como simple obispo del Episcopado o como militante
del Opus?, ¿La Obra y el Verbo disputan entre sí el
“mercado” religioso de la derecha?, ¿O el Verbo está
a la derecha de los herederos de Josemaría Escrivá
de Balaguer?.
*[Nota aclaratoria
a la información precedente del artículo de Hernán
Brienza y Sergio Góngora, enviada al webmaster por Apologética.org
en un mail fechado el 09-02-2005: "El Instituto del Verbo Encarnado
no ha sido jamás clausurado por la Iglesia Católica;
El Instituto del Verbo Encarnado, después del período
de probación ad experimentum ha sido aprobado como Instituto
Religioso de Derecho Diocesano en Velletri-Segni, Italia. Puede
usted informarse mejor en este sitio: http://www.ive.org/secciones.asp?titulo=Aprobaci%F3n+del+Instituto.
Hace
un tiempo tuvo lugar también una Celebración Eucarística
presidida por el Cardenal Sodano, Secretario de Estado del Santo
Padre. Dicha celebración, realizada en la capilla de la tumba
de San Pedro, de la Basílica Vaticana, fue un modo de agradecer
a Dios el don de la aprobación. Puede informarse sobre esta
celebración en http://www.ive.org/secciones.asp?titulo=Misa+de+acci%F3n+de+gracias+con+el+Cardenal+Sodano".
Dado que respetamos el derecho de cada cual a decir lo que crea
oportuno, y aunque los autores del artículo aquí reproducido
nada tienen que ver con este web, ni su webmaster tiene la menor
relación con ellos, reproducimos sin más comentarios
el punto de vista de los aludidos"].
DESOBEDIENTES
El sacerdote
abre la puerta de la secretaría de la catedral de San Rafael
y luego de pedir que su nombre quede en el anonimato – dice que
por “miedo, porque ellos son muy poderosos”, en referencia a los
miembros del Instituto – acepta hablar en nombre del obispo Guillermo
Garlatti. “Las cosas siempre estuvieron mal, porque el obispo es
un conservador moderado, cercano a Karlic, y eso éstos señores
no se lo perdonan. Son desobedientes, nunca informan cómo
se financian ni admitieron una inspección de sus libros.
Hacen actividades sin pedir permiso. Actúan como si fueran
independientes de la Iglesia. Son soberbios y suelen atacar verbalmente
a las jerarquías. Por éstas razones, Garlatti no descansó
hasta verlos domados”, explica con voz trémula, mientras
se toma el labio inferior con los dedos índice y pulgar en
un gesto pensativo. “De todas maneras ahora van a tener un poco
mas de aire, en la nueva casa generalicia de Roma (ver recuadro)”,
dice, y se refugia en silencio hermético que concluye en
un adiós.
Los integrantes
del Verbo, entre ellos el jefe provincial Gabriel Zapata, en cambio,
aseguran que “se trata de una cuestión de celos, porque el
seminario diocesano de San Rafael está vacío y el
nuestro repleto de alumnos”.
Pero ante la
pregunta de si los resquemores también se deben a una competencia
en la forma de recaudación de fondos entre distintos sectores
de la Iglesia, Zapata se escabulle en el silencio y responde con
evasivas (ver aparte). El patrimonio de la congregación no
es un dato menor. Hoy el
Instituto del Verbo Encarnado posee 274 religiosos perpetuos, 332
con votos temporales y cientos de seminaristas repartidos en varias
de las casas que tienen en 31 diócesis del mundo. Y los sacerdotes
viajan constantemente desde un destino a otro. Los lugares en donde
han puesto un pie son tan
diferentes y lejanos como Vanimio, en Papúa Nueva Guinea,
o Brooklyn, en Nueva York.
DE TACUARAS
Y GUARDIANES
Esa desobediencia
a la Iglesia, según la historia oficial, viene desde lejos.
Desde los días de la fundación del grupo, en marzo
de 1984.
Todo comenzó
en Paraná, en los feudos de monseñor Adolfo Tortolo,
cuando tras su muerte, el actual presidente del Episcopado, Estanislao
Karlic, se hizo cargo de la diócesis e intentó hacer
cumplir los preceptos del Concilio Vaticano II, sancionado 20 años
antes. Lo cierto es que los integrantes del
Seminario, de reconocida filiación nacionalista y de derecha,
no toleraron la modernización a la fuerza y decidieron mudarse
al seminario diocesano de San Rafael. Simultáneamente, Carlos
Buela, capellán del Liceo Militar General San Martín,
de Buenos Aires, acordó con el por entonces obispo de la
ciudad mendocina, León Kruk – un ferviente defensor de la
dictadura militar -, la creación del Instituto del Verbo
Encarnado. De ésta manera, los dos grupos comulgaron de la
mano del sector mas ultraconservador de la Iglesia Católica
y actuaron juntos durante un par de años.
Con su arribo
a Mendoza, Carlos Buela volvió a estrechar la mano de uno
de los ideólogos del grupo paranaense. Se trataba nada mas
y nada menos que del sacerdote Alberto Ezcurra Uriburu, descendiente
de Juan Manuel de Rosas y del general golpista Félix Uriburu,
y fundador, en 1957, del movimiento Tacuara, una organización
basada en la Falange española y que en sus principios se
reconoció como filonazi. Los tacuaristas llevaban la Cruz
de Malta en la solapa y vestían de uniforme en los ritos
de iniciación que realizaban en oscuros rincones del cementerio
de Chacarita.
Ezcurra y Buela
se conocían de antes, cuando los presentó Alberto
Buela, hermano del líder del Verbo Encarnado [este dato
es falso, según declara el propio Alberto Buela; ver la nota
añadida a continuación de éste párrafo]
y director de la revista Michael, una publicación que conjugaba
el nacionalismo mas fervoroso con el ocultismo esotérico.
Carlos Buela, Ezcurra, Miguel Esperoni y Carlos Nadal, entonces,
participaron de la fundación del Instituto, bajo la tutela
política del Obispo Kruk y el Faro ideológico de los
sacerdotes Julio Meinvielle y Leonardo Castellani.
*[Nota aclaratoria
al párrafo precedente enviada por e-mail por Alberto Buela:
"dice que yo, Alberto Buela, le presenté a mi hermano
al cura Ezcurra. Eso es falso de toda falsedad. La falsa información
se tomó de una publicación argentina, El Fortín,
a la que le estoy haciendo un juicio. Mi hermano me lleva a mi ocho
años y Ezcurra que es finado me llevaba más o menos
otro tanto, y yo nunca lo conocí personalmente. ¿Qué
hermano le daba bola en nuestra época a uno menor 8 años?.
Por otra parte siempre me moví dentro de un ambiente (el
peronismo),cuando uno comienza a ser adolescente, distinto del mi
hermano Carlos. Yo no le presenté a Ezcurra a mi hermano
porque es mentira, ni siquera lo vi en mi vida. Además nosotros
venimos de familias pobres y estos Ezcurras son bacanes"].
Los ochenta
fueron una década fructífera para el Instituto. Visitados
asiduamente por los coroneles Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín
– quién plantó un árbol fundacional en uno
de los predios – duplicaron el número de los seminaristas
año tras año. Por esos días también
se mudó a San Rafael Ricardo Curutchet, director de la revista
Cabildo, e hicieron contacto con uno de los principales referentes
de la derecha peronista, el ex líder de Guardia de Hierro,
el voluminoso Alejandro Álvarez, conocido como El Gallego,
quién suele visitarlos habitualmente y ofrece conferencias
a los seminaristas sobre temas tan variados como “El combate al
neoliberalismo” o el “El rescate de la gesta de Malvinas”.
Parte del mito
o no, muchos aseguran que las relaciones entre los ex guardianes
de hierro y el Verbo Encarnado son mucho mas que una simple simpatía.
Parte de esa convicción se desprende de que el ex ministro
del interior menemista, José Luis Manzano – también
ex guardia -, los visitaba en los tiempos dorados de la congregación
y, según dicen ex miembros del Verbo, “solía otorgar
millonarios subsidios al grupo religioso”.
“No somos un
grupo político ni tenemos un plan estratégico”, asegura
Sacco, el locuaz sacerdote que vive con los seminaristas, menea
la cabeza de un lado a otro, e intentando negar la filiación
de derecha del grupo, agrega un poco más de confusión
sobre el Verbo Encarnado. “Es mas, tenemos un sacerdote, al que
le falta un brazo, que militó en la guerrilla salteña
con Ricardo Masetti. Es Enrique Bollini Roca y ahora está
en Bolivia”, dice, y apunta que era el encargado del enlace y correo
entre el Comandante Segundo con las ciudades del interior del país.
LEYENDAS URBANAS
Pero no sólo
de extrañas conjugaciones políticas se nutre el misterio
del Verbo Encarnado. La leyenda dice que Carlos Buela es un hombre
de una valentía física extraordinaria y que cuando
era jóven noqueó nada mas y nada menos que a Oscar
Bonavena. Claro que para que los mitos tengan fuerzas es necesario
omitir parte del relato. Esa verdad oculta, en este caso, es la
juventud de ambos púgiles. Apenas superaban los diez años
en el mítico Parque Patricios inmortalizado por Ringo.
Otro de los
mitos que se han construído alrededor del Verbo Encarnado
es su omnipotencia implacable. “Ya se cargaron a dos obispos”, aseguran
temerosos los sanrafaelinos que no comulgan con el Instituto. Lo
cierto es que hacia el final de su obispado, Kruk había roto
sus relaciones con Buela. Y en un
“inexplicable” viaje a la capital de Mendoza sufrió un accidente
automovilístico en el que fallecieró. El imaginario
popular fue alimentado por un dato curioso: el chofer del coche
era un ex guardián y militante del Verbo Encarnado. Lo que
no puede explicar la leyenda es por qué el conductor debió
pasar varios meses en el hospital. En el otro caso, la versión
popular es aún mas absurda. El sucesor de Kruk, Jesús
Roldán, acusado por los seminaristas de ser mandado por el
Cardenal Raúl Primatesta a desarticular
el Instituto, murió de un cáncer. Pero en San Rafael
todos creen en conjuros y maldiciones satánicas.
LOS ARREPENTIDOS
“Rubén”,
nombre falso del primer arrepentido de esta historia, aún
tiene miedo. Su voz trémula lo demuestra. “Fui secretario
privado del padre Buela durante un año y pertenecí
al Instituto casi una década - asegura – y quiero decir todo
lo que yo ví. Allí dentro no tenia libertad y nos
enseñaban que los que nos atacaban estaban locos; me presionaban
con que iba a caer en la tentación. Era como si me hubieran
lavado la cabeza. Además nos proponían que nos mortificáramos
con cintos de cueros y cilicios. Tenían una disciplina férrea:
si no eras como Buela te hechaban”.
Rubén
baja la voz y cierra los ojos. “A mí nunca me quedo claro.
Decían que estaban en contra de la Masonería. Sin
embargo, Buela siempre formaba logias internas. Yo particpé
de las reuniones de Viruta, un grupo de diez seminaristas elegidos
y el padre Buela.
Se llamaba así
porque nos reuníamos en la carpintería del Instituto.
Allí se trazaban las estrategias a seguir, las formas de
recaudar fondos, ya sea mediante subsidios del Ministerio del Interior
o de un importante banco privado. También se hablaba de política
y de sexo y se bebía alcohol”, dice, y hace un alto como
para crear misterio: “De todas maneras, ésa era una práctica
habitual en Buela. Cuando estuvo en el Liceo Militar formó
el grupo Yunque. No era otra cosa que una logia masónica.
Muchos de ellos hoy están todavía en el Instituto”.
Rubén
se panta sobre sus pies y fortalece su voz: “Quiero que quede claro:
no se trata sólo de una cuestión religiosa, sino también
política. Se trata de un proyecto determinado y bien preciso.
Trabajan con sectores de alto nivel de ingresos pero también
con los marginales. Cooptan gente y forman cuadros. Y las prácticas
las tomaron de Guardia de Hierro”.
M.R. es alta,
de pelo castaño, habla nerviosa y dice que tiene tanto miedo
como el apócrifo Rubén y se estremece cuando recuerda
los días que vivió dentro del Instituto: “En el seminario
había distintos estratos sociales, era una sociedad cerrada
y estratificada, basada en la obediencia y el silencio. Un sistema
bastante parecido al hitleriano, y practicaban un paulatino alejamiento
de los familiares. A los chicos los obligaban a tratar de Usted
a los padres. Nos censuraban todo, no podíamos ver televisión,
porque era obra del demonio, ni bailar, ni leer a Gramsci o Paulo
Freire”, cuenta e invita al cronista a caminar por las calles de
San Rafael.
La mujer hace
un alto el el relato, respira hondo y de sus ojos brotan unas lágrimas
que tienen algo de nostalgia por los años perdidos y algo
de angustia por la presión psicológica a la que fue
sometida. “Yo era una nena y pasé demasiado tiempo de mi
vida ahí dentro y cuando me fui me trataron de traidora.
Nunca los voy a perdonar”, jura antes de terminar con la entrevista
y con la caminata que concluye en la plaza central de San Rafael.
M.R. habla del
perdón, Rubén del miedo, la gente cree que un velo
de misterio rodea a la congregación. Mitos y verdades se
entrecruzan en un conflicto voraz dentro de los muros impenetrables
de una iglesia milenaria que sabe guardar sus secretos en baúles
de silencio. Poco se sabe y poco se explica. El sigilo y los tiempos
vaticanos construyen un relato que avanza lentamente pero prohíbe
implacablemente y sin derecho a réplica. Mientras tanto,
en San Rafael, política y fe discurren entre ortodoxias,
autoritarismos y herejías. En una historia enhebrada por
opusdeístas, antiguos guerrilleros guevaristas, miembros
de la ya inexistente Guardia de Hierro, menemistas descreídos
y nacionalistas ultramontanos, el Instituto del Verbo Encarnado
parece ser el nombre de una novela de intrigas, mentiras, poder
y dinero.
DE LA SAPINIÉRE
AL OPUS DEI
Por Emilio J.
Corbiére (periodista)
“Su fanático
ahínco por defender a Dios y a su patria, los lleva a integrar
mafias de invididuos fronterizos con la locura..”
Theador W.Adorno
El integrismo,
dentro del catolicismo romano, es una expresión política-ideológica
que tiene viejos antecedentes, y que surgió en paralelo con
los sistemas represivos como la inquisición.
Jalones de su
accionar se pueden advertir en distintas épocas: La Compañía
del Santo Sacramento, de Henri de Levis, duque de Ventadour; la
Santa Liga, fundada por el duque de Guisa para enfrentar a los protestantes;
la Congregación del Oratorio, del Cardenal Pierre de Berulle,
y principalmente La Sapiniére de monseñor Umberto
Benigni.
Mientras la
inquisición actuó sobre el conjunto de la sociedad
de su época, estos grupos lo hacen, sobre todo, en relación
con la vida interna de la Iglesia. Aquellos buscaban reprimir a
los “herejes”; en cambio, estos integristas los hacen contra presuntos
disidentes internos. Benigni (1862-1934) combatió, mediante
una red de espías y confidentes, a los católicos modernistas,
integró la Congregación de los Asuntos Eclesiásticos
Extraordinarios en la estructura vaticana y apoyó a Mussolini
y exaltó al
fascismo.
La Sapiniere
tuvo un carácter de organización secreta. Era la Liga
de San Pío V – en latín Sodalitium Pianum (S.P.) -,
conocida en Francia donde tuvo desarrollo con el nombre de La Sepiniére
porque su distintivo era un abeto (en francés, sapín).
Eugenio Pacelli, luego papa Pío XII, mantuvo estrechos
contactos con el grupo.
En idéntica
concepción conservadorista y autoritaria, fue organizado
y desarrollado, en la época de la tiranía franquista,
el Opus Dei de Josemaría Escrivá de Balaguer, el teólogo
católico Urs von Balthazar, en su ensayo integralismus, vinculó
directamente al Opus Dei con la Sepiniére. En todos los casos,
las Organizaciones de este tipo buscan consolidar formas de poder
político y económico, dentro y fuera de la Iglesia.
En los años
treinta, el integrismo católico tuvo connotaciones fascistas.
Eran aristocratizantes, “maurrasianos”, corporativistas, antisocialistas
y antisemitas. Era la Iglesia de la “Nueva Cristiandad”, intentaban
“recristianizar” el mundo mediante una “nueva cruzada”.
Los sacerdotes
Julio Meinvielle y A. Molas Terán, escritores como Hugo Wast
(Gustavo Martínes Zuviría), las revistas Crisol, Baluarte,
Ortodoxia, entre otras, expresaron esa tendencia regresiva, denunciada
en 1936, durante los Cursos de Cultura Católica, por el eminente
filósofo católico Jacques Maritain. La primera etapa
de Criterio y el diario El Pueblo no fueron ajenos a la tendencia
integrista.
La comunidad
del Verbo Encarnado de San Rafael (Mendoza), desactivada por la
autoridad episcopal, es un batallón rezagado del viejo integrismo.
EL problema con la autoridad eclesiástica no es doctrinario
sino de disciplina interna, de comunión con el Papa. Muchos
de sus integrantes pertenecieron al
seminario lefebvriano de Paraná, que publicaba la revista
Michael y una de cuyas cabezas dirigentes era el sacerdote - ya
fallecido – Alberto Ezcurra Uriburu, uno de los fundadores del grupo
de extrema derecha Tacuara. Moseñor Estanislao Karlic cerró
el seminario entrerriano y clausuró la revista por apartarse
del Concilio Vaticano II. Ahora esa faena disciplinaria le ha tocado
al opusdeísta Alfonso Delgado. El nuevo integrismo desactiva
al viejo que ya estaba fuera de la doctrina.
“NOS PERSIGUEN
PORQUE NOS TIENEN CELOS”
Gabriel Zapata
lleva sobre sus espaldas el conflicto entre el Instituto del Verbo
Encarnado y el Episcopado. Viajó de San Rafael a Buenos Aires
para entrevistarse con el nuncio apostólico, Santos Abril
y Castelló. “No tengo tiempo para una entrevista personal,
pero podemos hablar telefónicamente”,
se excusó.
¿Por
qué la Iglesia acusa al Instituto del Verbo Encarnado de
desobediencia.?
No lo sé.
Nosostros seguimos al Papa. Lo que ocurre es que nuestras misiones
y nuestro nivel de convocatoria pueden generar resquemores en diócesis
que hoy se encuetran vacías. El año pasado tuvimos
50 novicios. ¿Qué otro seminario tuvo tanta concurrencia.?
¿Usted
sostiene que la pelea con Guillermo Garlatti, el Obispo de San Rafael,
se debe sólo a una cuestión de celos y no ideológica.?
Nos persiguen
por celos. Dicen que no tenemos espíritu de Iglesia pero
en realidad a los progresistas, como Laguna o Karlic, lo unico que
les preocupa es que no hagamos lo que ellos quieren.
Usted apunta
a los progresistas pero el interventor es Alfonso Delgado, un hombre
del Opus Dei. ¿Hay competencia entre ambos sectores.?
No, los dos
somos ortodoxos y seguimos la línea del Papa. Pero tenemos
carismas diferentes. Ellos dirigen su evangelización hácia
las elites y nosotros hácia los sectores de menores recursos.
Tenemos misiones en Sudán, Nueva Guinea. Los domingos hacemos
talleres con chicos de la calle. Es cierto que Delgado descabezó
el Instituto hace un año y hoy nos clausuró el Seminario.
Pero, bueno, nosostros acatamos las decisiones de la Iglesia.
¿Cómo
definiría ideológicamente al Instituto.?
Somos muy ortodoxos
en lo doctrinario y muy avanzados en lo misional. Somos estrictos
en lo litúrgico. Nuestro fundador, Carlos Buela, es un hombre
muy tradicional. Usamos sotanas, pero no somos lefebvristas.
¿Uno
de los fundadores no fue Alberto Ezcurra, del movimiento Tacuara.?
(Duda y hace
silencio) NO, Ezcurra perteneció al Seminario Diocesano de
San Rafael y no al Instituto del Verbo Encarnado. Incluso en nuestra
congregación tenemos un ex guerrillero que participó
del levantamiento de Masetti. También tenemos gente que llegó
de la experiencia carismática.
¿Es verdad
que tienen formas ocultas de recaudar dinero.?
Ésa es
una acusación de aquellos a los que les molesta nuestra forma
de vida. Nosostros vivimos de la caridad de la gente, de los aportes
de los padres de los seminaristas y vivimos en la pobreza.
¿Cuál
es su opinión sobre la Teología de la Liberación.?
Nos plegamos
a la doctrina del cardenal Ratzinger. No estamos de acuerdo en horizontalizar
las virtudes teologales. Es bueno acercarse a los pobres pero la
respuesta no puede ser meramente humana y sin trascendencia, porque
si no esa ayuda se instrumenta por doctrinas como el marxismo.
¿Cuáles
son sus referentes religiosos.?
Por su puesto
Carlos Buela, luego Don Bosco, por la pastoral juvenil; Don Orione,
por la obra de misericordia. En lo intelectual somos tomistas y
seguimos la línea de Ratzinger.
¿Por
qué es tan fuerte la pelea con el Episcopado.?
Tenemos distintas
concepciones religiosas. No nos gustan el estilo de Laguna ni de
Karlic.
EL PENSAMIENTO
ENCARNADO
Según
el Instituto, “para limpiar la patria y la Iglesia de las lacras
que las afean, es necesario desenmascarar y refutar a los enemigos
de la familia católica”. Éstos son algunos ejemplos
de su ideario.
1. LAICISMO
Con sus leyes
impías, profana la dignidad del matrimonio cristiano.
2. COMUNISMO
Su objetivo
es marchar y depravar el alma de los jóvenes.
3. MASONERIA
Busca quitar
a la familia su base religiosa.
4. DESEO
Es la peste
mas funesta que puede perturbar a la familia.
5. ESTATISMO
Puede derivar
en el desconocimiento y abolición de los derechos de la familia.
6. LIBERALISMO
Porque con los
salarios bajos impide al trabajador sostener una familia.
7. FILOSOFIA
Porque desprecia
soberbiamente el imperio de Dios.
8. CINE Y TELEVISION
Su mirada irónica
y escéptica exalta los extravíos de la institución
familiar.
EN LO DOCTRINARIO
SON PERFECTOS
(Por Martino
Rigacci desde Roma.)
Vista desde
la diócesis de Velletri – Segni, la Argentina puede llegar
a parecer algo muy lejano. Sobre todo si, como acurre a moseñor
Andrea María Erba, a las nueve de la noche de un frío
lunes de invierno italiano se encuentra con un inesperado llamado
telefónico que lo menciona lugares como Mendoza y nombres
como el Instituto del Verbo Encarnado.
Monseñor
Erba, de 71 años (nacido cerca de Milán en 1930),
estudió en la Pontificia Universidad de Propaganda Fide de
Roma, donde se graduó en Teología en 1962 y donde
enseñó Historia de la Iglesia. Tiempo atrás
brindó hospitalidad en su diócesis al controvertido
monseñor Emmanuel Milingo, el obispo – exorcista africano
(nació en Lusaka, Zambia), que mientras estuvo autorizado
a celebrar misa en Roma hacía cosas como alejar al diablo
y curar a la gente, rodeado de una muchedumbre de enfermos y fieles,
que para sus numerosos críticos, no eran otra cosa que una
auténtica “corte de milagros”. En 1989 monseñor Erba
fue designado al frente de la diócesis de Valletri – Segni,
a casi 60 kilómetros al sur de la capital. Segni, que hoy
en día tiene unos nueve mil habitantes, fue fundada por Tarquino
el Soberbio,
séptimo y último rey de Roma. En Segni nació,
por otra parte, Vitaliano, que fue Papa entre el 657 y el 672.
Sucesivamente,
entre los siglos XII y XIII, este bello centro del sur de la región
del Lacio alcanzó la cúspide de su fama y autonomía
local bajo el dominio de la Santa Sede.
En ese período
pasó a ser residencia veraniega de los papas y por orden
de Eugenio III se construyó un edificio, el hoy Seminario
Vescovile. En este lugar con tanta historia a sus espaldas viven
ahora los argentinos del Instituto del Verbo Encarnado.
Monselor Erba,
¿Cuándo autorizó la llegada de los seminaristas
argentinos del Verbo Encarnado.?
Aclaremos un
punto: no hay nada confirmado, ya que se trata de una decisión
que está sub-judice del cardenal Eduardo Martínez
Somalo, prefecto de la Congregación para los religiosos.
Por otra parte yo no autoricé nada, sólo me limité
a dar disponibilidad a recibirlos ante la autoridad pontificia eclesiástica.
En efecto, son unas 40 personas que se encuentran aquí desde
octubre.
¿Cómo
es su relación con ellos.?
Son muy buenos,
son amigos y tienen un comportamiento ejemplar. Rezan, hacen apostolados;
lo único que puedo hacer es hablar bien de ellos. Acá
en Italia están integrados en la diócesis, son vice
– parrócos, ayudantes de parroquias. Son gente de primera
línea. En el plano de la doctrina son perfectos.
¿Cómo
pueden entonces haber surgido los problemas en Argentina.?
Le repito, no
lo sé. Nunca hablé con nadie del tema. He escuchado
hablar del cierre de las casas de formación juvenil, seminarios
– o se de los noviciados -, por problemas con obispos locales, pero
en concreto no tengo nada. Por otra parte, está claro que
si transfieren sus casas de formación a Italia, pasarán
a depender de otros obispos. Acuérdese además de que
están también en otras partes del mundo, en Rusia,
Tierra Santa, Estados Unidos.
¿Y en
su diócesis dónde viven.?
En nuestro seminario
de Segni, que hasta su llegada estaba vacío. Viven de manera
espartana, muy pobre.
¿Qué
edad tienen.?
Por lo general
entre 20 y 30 años. El grupo está compuesto por sacerdotes,
algunos diáconos y unos 30 estudiantes de teología,
que van todos los días a Roma a estudiar. La gente de Velletri
y Segni está muy contenta, feliz de haber conocido a este
grupo de argentinos tan preparados.
¿Por
qué razón el cardenal Martinez Somalo eligió
Valletri- Segni como destino de esas 40 personas.?
En realidad
no fue él quién pensó en esa elección.
Sinceramente no sé cómo se llegó a la decisión…no
me acuerdo bien, quizá fueron las monjas…Como usted sabe
tienen también una rama femenina, que yo ya había
tenido ocasión de conocer en Velletri. Hemos sido presentados
y luego ha sido un placer
recibirlos.
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