| Algunos 
              apuntes y documentos sobre Antonio de Villar Massó   
               
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                | Antonio 
                    de Villar Massó en su oficina de Madrid © Pepe Rodríguez (22-11-1986)
 | Villar 
                    Massó frente al edificio madrileño que reclamó 
                    judicialmente alegando que el solar fue incautado a la masonería 
                    © Pepe Rodríguez (23-11-1986) |  Antonio de Villar 
              Massó pasó a la pequeña historia como el hombre 
              que logró registrar oficialmente la primera obediencia masónica 
              en la España de la transición política, en 
              la convulsa España de 1979 que intentaba dejar atrás 
              las más de cuatro décadas de fascismo franquista.
 
 De este personaje, al que traté personalmente en diferentes 
              ocasiones y llegué a conocer bien, dispongo de mucha y buena 
              documentación... que demuestra que quien fue Gran Maestre 
              del Grande Oriente Español, entre 1982 y junio de 1988 (fecha 
              en la que fue destituido de su cargo en un GOE al que había 
              arrastrado hasta la más total de las ruinas), fue un oportunista 
              de escasos escrúpulos, señalado como confidente policial 
              por muy diversas fuentes que vivieron y sufrieron la represión 
              de la policía franquista en las décadas de 1960 y 
              1970. En los capítulos 9 
              y 10 de mi libro Masonería 
              al descubierto (páginas 117-142) se ofrece un amplio 
              y documentado retrato de las andanzas de ese curioso "masón".
 
 Para empezar, Villar Massó, así como sus dos socios 
              --Jaime Fernández Gil de Terradillos y Antonio García 
              Borrajo-- en la aventura de crear en España el Grande Oriente 
              Español, había sido expulsado de la Orden, a perpetuidad, 
              por el auténtico Grande Oriente Español (exiliado 
              en México tras la llegada al poder de Franco), antes de registrar 
              "su" obediencia española, que hoy permanece inactiva 
              (aunque como entidad registral es propiedad de la Gran Logia de 
              España).
 
 La finalidad 
              básica y oculta de Villar Massó para crear el GOE, 
              atestiguada por masones diversos y reconocida por él mismo 
              ante este autor, fue la de intentar obtener influencia personal 
              y poder acceder a la abultada indemnización económica 
              que esperaba obtener reclamando en nombre de "su" GOE, 
              y presentándolo como único heredero histórico 
              de la masonería española, el patrimonio inmobiliario 
              incautado por Franco al conjunto de las obediencias masónicas 
              españolas (ver el capítulo 
              17 del libro Masonería al descubierto).
 El auténtico 
              GOE (en exilio) rechazó por antimasónico todas las 
              maniobras realizadas en España por el trío golpista 
              y destituyó de su cargo en el GOEe a Gil de Terradillos por 
              "abandono de sus funciones, por deslealtad y por perjurio"; 
              y decretó que "queden irradiados [expulsados], a perpetuidad, 
              del Grande Oriente Español (hoy en exilio), y de la Orden 
              Masónica los que fueron VVMM.’. [Venerables Maestros] Jaime 
              Fernández Gil de Terradillos, Antonio de Villar Massó 
              y Antonio García Borrajo, por desleales, perjuros e indignos 
              de pertenecer a nuestra Augusta Institución"... (ver 
              carta identificativa como masón de García Borrajo, 
              fechada en 1975; 350 Kb).
 El relato pormenorizado de los hechos protagonizados por esos tres 
              personajes y las razones para su expulsión constan en el 
              documento titulado: "Conclusiones finales a las que llegó 
              la Gran Asamblea de Maestros Masones del Grande Oriente Español 
              (en exilio), celebrada en el Gran Oriente de México, D.F., 
              el martes 7 de marzo de 1978, de la E.’. V.’., para juzgar la conducta 
              masónica, en España, desde finales de julio del año 
              pasado, de los VV.’. HH.’. Jaime Fernández Gil de Terradillos, 
              Gran Maestre interino; Antonio de Villar Massó, M.’. M.’., 
              y Antonio García Borrajo, M.’. M.’., miembros los tres del 
              G.’. O.’. E.’. (en exilio)". Este documento mecanografiado 
              tiene seis páginas, y está firmado por el Presidente, 
              Secretario y Orador de la Gran Asamblea, así como por una 
              diversidad de otras firmas no identificadas de maestros masones 
              asistentes a dicha Gran Asamblea. Ver 
              copia en pdf del documento original (1.533 Kb).
 Tal como documento 
              en el libro Masonería 
              al descubierto, en los agitados años de la transición 
              política española la policía, todavía 
              con muchos tics franquistas, vigilaba los movimientos de decenas 
              de colectivos, entre los que estaban los masones.
 La Sección de Movimientos Sociológicos de la Brigada 
              de Interior estaba perfectamente informada de todo cuanto se relacionaba 
              con el GOE de Villar Massó y con los movimientos de masones 
              que se relacionasen con el Gran Maestre Villar Massó. En 
              1985 se filtraron desde la Brigada de Interior de la Policía 
              veinticuatro fotocopias de otras tantas notas informativas que referían 
              contactos, conversaciones y correspondencia privadas y actos de 
              diversa índole en los que siempre había sido Villar 
              Massó, personalmente, el receptor de la información 
              pasada seguidamente a la policía (una copia de esas notas 
              delatoras está en poder de este autor, y las más significativas 
              de ellas se incluyen en el libro recién citado).
 
 Esa filtración, obviamente, inquietó mucho al resto 
              de obediencias masónicas de la época, que no dudaron 
              en exigirle a Villar Massó una aclaración de su proceder. 
              Valga como ejemplo la carta que le envió Rafael Vilaplana, 
              entonces Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica Española, 
              el 15 de junio de 1985. Ver 
              el documento en pdf (416 Kb).
 Cabe recordar 
              que el abogado Antonio de Villar Massó, que jamás 
              fue policía, tal como erróneamente aseguran algunas 
              fuentes desinformadas, fue nombrado Inspector Honorario del Cuerpo 
              General de Policía el 20 de julio de 1969.
 Obviaremos, de momento, reproducir aquí el documento oficial 
              en el que figura la ficha policial de Villar Massó, pero 
              valga recordar que en el Archivo Central de la Dirección 
              General de la Policía, en febrero de 1986, figuraban catorce 
              antecedentes relativos a Villar Massó, fechados entre el 
              12-09-53 y el 27-09-84. Entre las diligencias en las que figuraba 
              como denunciado, destacan acusaciones de agresión contra 
              J. B. A. J. (19-02-54), de alzamiento de bienes (8-03-67), por disparos 
              de revólver contra N. L. F. (20-02-77), por intento de agresión 
              contra N. L. F. (13-11-80), por amenazas contra M. S. C. (20-07-81), 
              por disparos en la vía pública (2-02-83) y por más 
              disparos en la vía pública (27-09-84).
 
 Una muestra curiosa de su carácter la encontramos en el cruce 
              de amenazas que mantuvo con destacados sujetos de la extrema derecha 
              fascista española. Esos tipos eran peligrosos, sin duda ninguna, 
              tal como conocemos muy bien quienes trabajamos como periodistas 
              en esos días y nos tocó investigar las tramas fascistas 
              de la transición española, pero el "masón" 
              Antonio de Villar, a juzgar por sus antecedentes policiales recién 
              citados y por las amenazas que le devolvía a los fascistas 
              hispanos tampoco parece un candidato a la santificación. 
              Veamos como ejemplo el telegrama que le envió a Mariano Sánchez-Covisa, 
              líder de los denominados Guerrilleros de Cristo Rey:
 
 "Respetando tu gallardía personal y despreciando [la] 
              cobarde chulería de la mayor parte de tus seguidores te comunico 
              que estoy hastiado de recibir amenazas de muerte por lo que lamentándolo 
              mucho he tomado oportunas disposiciones para que si algo me ocurre 
              no tengas tiempo de leerlo en los periódicos. Antonio de 
              Villar Massó. Gran Maestre del Grande Oriente Español". 
              Ver copia del telegrama 
              original (89 Kb).
 
 Aunque Villar Massó negó ante la Policía ser 
              el autor de ese telegrama y del delito de amenazas que comportaba, 
              el apunte de su ficha policial, de fecha 20-7-81, no deja dudas: 
              "hechas comprobaciones por la Comisaría de Chamartín, 
              escrito nº 22.401 con el Director de Sala de Aparatos de Telégrafos 
              resulta que dicho telegrama fue puesto por Don Antonio Villar Massó" 
              (Diligencias policiales nº 6.030 de la Comisaría de 
              Retiro).
 
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